miércoles, 9 de octubre de 2013

Sigmund Freud

(Freidberg, Checoslovaquia – 1939 Viena, Austria)

Licenciado en medicina y especializado en neurología; empezó trabajando en el hospital de París donde conoció la terapia por hipnosis que un doctor le aplicaba a sus 
pacientes histéricas.

En 1900 escribió su ensayo La interpretación de los sueños, con el cual dio inicio a la nueva ciencia del psicoanálisis.


A partir de sus practias clinicas con pacientes neuróticos, Freud concluyó que los transtornos neuroticos eran signos de un conflicto inconsiente.  Estableció que muchos de los fenomenos tratados como lapsos lingüísticos, sueños estaban condicionados por causas mentales ocultas.
Tal descubrimiento se constituyó pronto como la base del método psicoanalítico.
Uno de los métodos alternativos para el estudio de la mente, erigiéndose a la vez como una de las armas críticas más poderosas en contra de la ideología burguesa, o en sus palabras, “pódríamos, pues, atrevernos, transformando la metafísica en metapsicología, a soluscionar los mitos del paraíso, del pecado original, del bien y del mal, de Dios y de la inmortalidad”. Desde este punto de vista se podía hacer una crítica a la metafísica y a la religión, mostrando que sis cuestiones fundamentales eran, en el fondo, elaboraciones del inconsciente que la psicología era capaz de desentrañar. Así, el origen de la creencia religiosa se diluyó en una mera explicación psicoanalítica.

Sigmund Freud es considerado el padre del psicoanálisis. Freud fue un médico que se dedicó a estudiar sistemática y acuciosamente el área de la neurología. La sociedad vienesa de su época era una sociedad represiva y mojigata en lo que respecta al ámbito de la sexualidad. Freud se interesa por estudiar una patología muy frecuente en su tiempo: La histeria. Comienza con técnicas hipnóticas a tratar de aliviar la sintomatología de quienes padecen de este mal, y en su camino, descubre un método terapéutico. Freud inicialmente va a describir minuciosamente una técnica, un procedimiento, que históricamente conocemos como psicoanálisis. 


El psicoanálisis es inicialmente un instrumento para tratar personas que padecen de esta patología. Si bien en sus inicios se aboca exclusivamente a la cura de las parálisis histéricas (sufridas en una gran mayoría por el sexo femenino), luego abarca otro tipo de neurosis, como la paranoia, la neurosis obsesiva o las fobias. En ese afán hercúleo de descifrar el enigma del alma humana, Freud se va a encontrar con múltiples elementos que pretenden clarificar el origen de la conducta, las emociones, los pensamientos, las motivaciones, los sueños y en fin, de la existencia del hombre. 
Lo que inicialmente se perfila sólo como un instrumento terapéutico, va a llegar a alcanzar niveles de lo que en filosofía se suele llamar un sistema de pensamiento. No obstante, cabe destacar que el psicoanálisis no es ni intenta ser de ninguna manera una cosmovisión, y que, a pesar de la considerable amplitud alcanzada por su espectro teórico su único fin fue la cura de las neurosis. Independientemente de la posición en la cual nos coloquemos frente al psicoanálisis, la trascendencia de su pensamiento es incuestionable. Para algunos, “La interpretación de los sueños” es un libro que justifica la pertinencia del pensamiento de toda una época, de toda una generación.

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